lunes, 15 de febrero de 2010

Combatir la crisis alimentaria y nutricional

En la Declaración de Derechos Humanos y en particular en la Convención sobre los Derechos de la Niñez, está estipulado el garantizar al niño y a la niña de una vida digna, de alimentación, de tener las condiciones de supervivencia y de crecimiento, de cuidado y de salud completa e integral.

Para alimentar, se requiere la existencia de alimentos. Para conseguirlos, o bien se cultivan, se intercambian o se compran. Para ello se requiere de tierra, de trabajo y/o de oportunidades (en general, de condiciones de desarrollo). Para alimentar "bien", se requiere de lo anterior, más educación.

Los primeros años de vida son esenciales para el desarrollo y crecimiento de una persona, si ésta no se alimenta adecuadamente, corre el riesgo de no develar todo su potencial y fácilmente volver al círculo de pobreza (que no solo es un factor económico, sino también de salud y educación, entre otros).

Jocotán, Chiquimula. Esta es una vivienda para cinco a diez personas.

Ciertamente el cambio climático, el calentamiento global y fenómenos como "el niño" vienen a agravar una situación ya de por sí, inaguantable, como lo es inseguridad alimentaria y las condiciones de desnutrición crónica y aguda, que enfrentan miles y miles de seres humanos, especialmente niños y niñas.

De acuerdo a un informe de monitoreo (2009) de la Secretaría de Seguridad Alimentaria y Nutricional -SESAN- de Guatemala, para junio, las familias del "corredor seco" (especialmente el área oriental del país) tenían capacidad de subsistir con sus reservas de frijol y maíz, para un mes y medio. La pérdida de cultivos por la falta de lluvia, según la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y Alimentación), en los departamentos de Jutiapa, Jalapa y Chiquimula ascendía al 30-40%. La falta de lluvias de mayo a octubre, incide en que la época de cosecha de noviembre y diciembre será escasa y no brindará alimentos suficientes para el venidero año 2010.

Jocotán, Chiquimula. "Campos de milpa".

Esto en términos reales, significa que las familias de subsistencia han pasado desde el último trimestre del 2009, sin cosecha y muy probablemente, sin alimentación, buscando empelo no calificado para poder comer.

Dentro de las múltiples acciones tomadas para paliar la emergencia y combatir la crisis, están las "charlas demostrativas". Las cuales consisten capacitar a madres de familia de comunidades dentro del corredor seco (de los departamentos de Jutiapa, Jalapa y Chiquimula), sobre la manera de cómo cocinar alimentos que sean de fácil acceso (que se den en la misma comunidad o que no sean tan caros), que brinden una buena nutrición a niños y niñas de seis meses de edad en adelante.

Jocotán, Chiquimula. Ganado y sequía.