En la Declaración de Derechos Humanos y en particular en la Convención sobre los Derechos de la Niñez, está estipulado el garantizar al niño y a la niña de una vida digna, de alimentación, de tener las condiciones de supervivencia y de crecimiento, de cuidado y de salud completa e integral.
Para alimentar, se requiere la existencia de alimentos. Para conseguirlos, o bien se cultivan, se intercambian o se compran. Para ello se requiere de tierra, de trabajo y/o de oportunidades (en general, de condiciones de desarrollo). Para alimentar "bien", se requiere de lo anterior, más educación.
Los primeros años de vida son esenciales para el desarrollo y crecimiento de una persona, si ésta no se alimenta adecuadamente, corre el riesgo de no develar todo su potencial y fácilmente volver al círculo de pobreza (que no solo es un factor económico, sino también de salud y educación, entre otros).
Ciertamente el cambio climático, el calentamiento global y fenómenos como "el niño" vienen a agravar una situación ya de por sí, inaguantable, como lo es inseguridad alimentaria y las condiciones de desnutrición crónica y aguda, que enfrentan miles y miles de seres humanos, especialmente niños y niñas.
De acuerdo a un informe de monitoreo (2009) de la Secretaría de Seguridad Alimentaria y Nutricional -SESAN- de Guatemala, para junio, las familias del "corredor seco" (especialmente el área oriental del país) tenían capacidad de subsistir con sus reservas de frijol y maíz, para un mes y medio. La pérdida de cultivos por la falta de lluvia, según la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y Alimentación), en los departamentos de Jutiapa, Jalapa y Chiquimula ascendía al 30-40%. La falta de lluvias de mayo a octubre, incide en que la época de cosecha de noviembre y diciembre será escasa y no brindará alimentos suficientes para el venidero año 2010.
Esto en términos reales, significa que las familias de subsistencia han pasado desde el último trimestre del 2009, sin cosecha y muy probablemente, sin alimentación, buscando empelo no calificado para poder comer.
Dentro de las múltiples acciones tomadas para paliar la emergencia y combatir la crisis, están las "charlas demostrativas". Las cuales consisten capacitar a madres de familia de comunidades dentro del corredor seco (de los departamentos de Jutiapa, Jalapa y Chiquimula), sobre la manera de cómo cocinar alimentos que sean de fácil acceso (que se den en la misma comunidad o que no sean tan caros), que brinden una buena nutrición a niños y niñas de seis meses de edad en adelante.